Hallabase un hombre tratando de comprender la Meditación, habiendo buscado en libros y seminarios pero todavia algo no le permitía realmente entender. Le aconsejaron que se aislara y entonces con un poco de provisiones se retiró a una montaña y pasó un tiempo ahí pero nada sucedió. No llegaba a comprender a conciencia y profundidad la meditación, entonces decidió descender de la montaña. Y se preguntaba ¿porqué no puedo comprender? será que mi información esta equivocada, será que soy un tonto o soy un apresurado.
Entonces volvió a subir a la montaña y dijo:” volveré a intentarlo.” Le quedaban muy pocas provisiones y se quedó el doble del tiempo y cada día se repetía: “si me quedo el doble del tiempo por lo menos tendré el doble de comprensión”. Y luego penso : " Lo único que ha sucedido es que en verdad ahora tengo el doble pero de incomprensión."
Un tanto frustrado decidió abandonarlo todo, descendió de la montaña y cuando andaba un poco alejado de la montaña sintió un tanto de nostalgia y volteó hacia atrás sorprendido y comprendió que aquella montaña se había transformado, se había convertido en la forma, y la postura de un meditador. ¿Qué ha sucedido? se dijo.
Aquella montaña había aprovechado mejor que él pero el aún no la había comprendido porque que es lo que ha sucedido, de súbito y sin embargo sintió que regresaba a la montaña y casi a pesar suyo se encontraba en la misma posición que se hallaba antes meditando.
Y se dijo: " He comprendido que haber meditado me ha hecho ser uno con la montaña. Y el camino que recorrí y la idea de no haber comprendido era tan solo un recuerdo pasado .Comienzo a comprender que la meditación es la ciencia espiritual de la unión. "
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